Dos más dos, igual a cuatro. Más una, te la hinco. Tres más cinco, te la abrocho.
Y así cada noche. Durmiendo con tu perfecto culo a mi lado, con tu vagina siempre como recién depilada. Con tus pechos descubriendo estrellas y tu lengua circuncidándome casi a cada instante.
Y yo, sin encontrarte en mis manos, sin reconocerme en tus ojos.

No comments:
Post a Comment