13.12.05

Muro

Estúpidamente tolerante con mis propios asesinos a fin de darles el beneplácito de mi derrota, me voy encontrando con un muro que no quiero. Un muro peligroso que calienta. Que aisla, pero vacía. Profiláctico e insalubre, defensor y asesino, redentor y pecaminoso, solitario y solitario.
Dos más dos, igual a cuatro. Más una, te la hinco. Tres más cinco, te la abrocho.
Y así cada noche. Durmiendo con tu perfecto culo a mi lado, con tu vagina siempre como recién depilada. Con tus pechos descubriendo estrellas y tu lengua circuncidándome casi a cada instante.
Y yo, sin encontrarte en mis manos, sin reconocerme en tus ojos.


1.12.05

Simplemente

Incorregiblemente la nada se hace todo cuando soltamos al mismo tiempo lastre y equilibrio.

Irremediablemente el miedo se hacer carne cuando se duermen las ilusiones.

Incomprensiblemente las penas se vuelven hastio cuando los sueños se atrincheran.

Indiscutiblemente el tiempo se multiplica cuando los ojos no son recompensados.

Me faltas, te pienso, te escapas, me pierdo, me matas, te sueño, me obvias, te entierro.

O será, simplemente, que te estoy echando de menos.